21 días, sí como el famoso programa de televisión. Ese es el tiempo que necesitas para adquirir un hábito. El problemas es que estamos tan acostumbrados al efecto flash, al aquí y ahora, que la mayoría de las veces, aunque comenzamos el camino hacia el cambio llenos de energía, terminamos por tirar la toalla a la primera de cambio. Es un hecho: nos pueden las prisas. Y con el tema de la alimentación mucho más.
No es la primera vez que os digo que no creo en las dietas milagro pero sí en la nutrición. En comer para estar bien, más sana y fuerte. Hace tiempo que dejé de pesarme y, cuando empecé con el plan de nutrición para el maratón de Londres, mi mayor miedo (y los chicos de IND pueden dar fe de ello) era subirme a la báscula y comprobar que había perdido peso. Mi objetivo era bajar mi porcentaje de grasa, pero no mi masa muscular y, a veces, es difícil conseguir el equilibrio. En estos meses de maratón, habéis visto cómo mi cuerpo se ha ido transformando. Y lo curioso es que sólo he perdido dos kilos (de 58 a 56) pero mi volumen es notablemente menor (tengo alrededor de un 12% de grasa. Lo habitual en una mujer es tener entre un 20 y un 30%) y mucha de mi ropa me queda holgada. ¿Cómo es posible? Porque he perdido grasa, que a ocupa más volumen que el músculo, que es más denso. Ahora, al bajar los entrenamientos, recuperaré un poco de peso. Y no me preocupa en absoluto.
Con el verano a la vuelta de la esquina, empieza la época de las dietas milagros, del pierde peso en poco tiempo y yo quiero pediros que no escuchéis falsas promesas ni toméis atajos. Para transformar tu cuerpo, hay que optar por la vida sana y no queda otra que apostar por el ejercicio y una alimentación sana. Y aunque a veces es sacrificado, la satisfacción personal que produce es enorme. Mucho mayor que estar a dieta, porque no tiene mérito. Optar por el ejercicio es la mejor estrategia para perder peso, porque de forma natural vas a prestar más atención a lo que comes y te preocupará comer más sano. Yo tengo varias reglas de oro:
1. No a la comida basura e industrializada No a la bollería industrial y a los platos preparados. Están repletos de azúcar, sodio, grasas saturadas y lo que es peor: grasas trans o hidrogenadas.
2. No a los productos light o bajos en grasas porque incorporan muchos azúcares para compensar la falta de sabor. Pueden tener un 30% menos de calorías, pero no necesariamente menos azúcar.
3. Come despacio porque comerás menos. Tu cerebro tarda unos 20 minutos en saber que estás saciada.
4. No te saltes las comidas Está comprobado que las personas que no desayunan ingieren hasta 100 calorías más al día. Lo ideal: comer cada tres horas, en total cinco comidas al día para mantener estables tus niveles de insulina y no tener picos de hambre.
5. Bebe agua y descansa Al final va ser que las modelos tienen razón. Nada como estar bien hidratada (al menos ocho vasos de agua al día) y descansar porque no dormir engorda. ¿Cómo? Si no duermes de siete a nueve horas, se altera tu metabolismo y, como consecuencia, el páncreas segrega menos insulina y así es más difícil controlar el nivel de azúcar en nuestro cuerpo. Consecuencia: esa glucosa se transforma en grasa y va directa a nuestro tejido adiposo y, además, puede aparecer la temida diabetes.
Y la eterna duda que muchas me habéis planteado, ¿correr adelgaza?
Como explica la Dra. Eva Ferrer Vidal-Barraquer en su libro “Cambia de vida ponte a correr” (lectura más que recomendable) corriendo se queman “a razón de 100 calorías por cada 1,5 kms recorridos así que para perder 0,5 kg hay que quemar 3.500 calorías. Se puede llegar a consumir entre 30-120 kcal por cada 30-60minutos de ejercicio cardiovascular al 80% de la frecuencia cardiaca máxima. Para quemar grasa se puede subir hasta el 85-90%. Respecto al tiempo, no puede ser inferior a los 30 minutos ya que a partir de este instante se entra en metabolismo aeróbico y se empieza a activar el circuito adecuado para quemar grasas”. Conclusión: no vale con salir a trotar 20 minutos dos veces a la semana y esperar que ocurra el milagro. Y mucho menos sin controlar la alimentación. Perder peso y adquirir buenos hábitos, que en el fondo es de lo que se trata, es una carrera de fondo no un sprint.

Muchas veces nos ponemos excusas tontas para darnos un homenaje y olvidarnos del #comesano #comelimpio. En la Clínica Ravenna han recogido la frases de autoengaño que más repiten sus pacientes y seguro que os identificáis con un par de ellas. Os las paso como imagen por si queréis compartirlas en redes sociales. Me parecen muy ciertas. Estos pensamientos boicotean cualquier plan de nutrición y hacen muy difícil perder peso. Con sencillos gestos puedes cambiar cómo te alimentas. Es más fácil de lo que parece. ¿Lo intentamos?

Hoy, además, quiero aprovechar para contaros una gran iniciativa que hemos puesto en marcha en ELLE junto con Nivea. Ya os lo adelantó Eva González en su blog. Se trata del primer Nivea Body Club, un espacio en el que vamos a compartir trucos de nutrición, fitness y cosmética para cambiar de hábitos de vida. Además, dos afortunadas lectoras podrán formar parte de este primer Body Club y contarán con el asesoramiento de un entrenador personal, un nutricionista y un dermatólogo. Las dos ganadoras tendrán la oportunidad de cambiar de vida en 21 días y vosotras podréis ver sus progresos y aprender de su experiencia en directo. ¿Quién se anima?
Cristina, generalmente estoy de acuerdo con tus posts y sé que consultas muchísimas fuentes para los artículos, pero la verdad es que todas sabemos que hay gente que está gorda aunque coma sano y por tanto no les queda más remedio que hacer dieta. Y hacer dieta tiene mucho mérito y requiere tanta fuerza de voluntad como salir a correr. Por otro lado, para gente que no realiza ningún tipo de ejercicio físico, cualquier deporte adelgaza: correr o incluso el pilates. Los expertos decís que no adelgaza, pero los que no hacíamos nada y ahora hacemos 1h de pilates y 1h de running a la semana, hemos adelgazado… Así que por si alguien lee esto: no os desaniméis, que claro que de adelgaza haciendo ejercicio, ¡incluso saliendo a andar! Todo suma 🙂