¡Empieza la aventura! Ya os he contado que mi gran reto para el 2014 es la maratón de Londres, que se celebra el próximo 13 de abril. Casi un mes más tarde, el 4 de mayo, participaré en la carrera Wings for Life en Barcelona, una prueba 100% solidaria que tendrá lugar de forma simultánea en todo el mundo. Tiene una dinámica muy curiosa: hay salida, pero la meta la decides tú, o mejor dicho, lo que aguanten tus piernas, porque media hora después de que se dé la salida, saldrá un catcher, un coche que llevará el mismo ritmo en todos los países y que acelerará en determinados momentos. Cuando el catcher me alcance, estaré eliminada. Divertido, ¿verdad? Así que para poder llegar «a tope de power» a ambas pruebas no es sólo importante el entrenamiento específico de carrera, me toca encerrarme en el gimnasio para trabajar la fuerza y, algo muy importante, prestar mucha atención a mi alimentación. Yo no soy atleta, soy una mujer que corre. Como muchas de vosotras, salgo de mis casa por la mañana y no vuelvo hasta la noche, como fuera de casa, entreno al mediodía…. Vamos, mi vida es una contrarreloj. ¿Sabéis de lo que hablo, verdad?

¡Arriba esas Mujeres que corren! En la foto, llevo mallas de Oysho, chaleco Aeroloft, zapatillas Pegasus + 30 ID y camiseta, todo de Nike.

Como podéis ver a diario a través de mi Instagram (thebeautymail) presto mucha atención a mi alimentación, porque es la energía que me permite llegar a todo. Ahora, con el desgaste que va a suponer todo el entrenamiento, necesito llevar un buen plan de nutrición para estar segura de que no me falte de nada. Además, seguir un plan me ayudará a organizar mis comidas, hacer la cesta de la compra de forma más eficiente y no llegar a casa por las noches y comer lo primero que vea en la nevera sólo porque estoy demasiado cansada para hacerme la cena. Pero esto no lo puedo hacer sola, así que los nutricionistas de IND me van a ayudar. Mi objetivo es que todas aprendamos con este reto, por eso compartiré aquí mi plan de nutrición y también en Instagram, a través de los hashtags #comesano #comelimpio, os iré contando mi día a día, os enseñaré las recetas (desayunos, comidas, recuperadores….) y otros trucos de nutrición que también funcionan. Aviso para navegantes: no me voy a poner a dieta, es un plan de nutrición que me va a ayudar a poder cumplir mis retos. Una de las cosas que más me gusta de este proyecto es que no me vais a ver tomar ningún tipo de suplementación, ni batidos recuperados y ese largo etcétera de productos preparados para deportistas. Yo voy a comer de todo y mi intención es hacer la maratón sin recurrir a los famosos geles porque hay otras opciones. ¡Os lo iré enseñando!

Para poder desarrollar mi planificación nutricional, Javier Guerrero de IND primero me sometió a varias pruebas entre ellas, la bioimpedancia, un aparato que mide la composición aproximada del cuerpo a través de la resistencia de los tejidos al paso de una corriente (¡es indolora!). «A través de unas fórmulas somos capaces de saber qué cantidad de agua tienen las células y esto ofrece muchos datos. Nosotros nos centramos en el agua corporal total y el agua intra y extra celular. La idea es controlar cuáles son los valores a lo largo del reto, para saber cuál es nuestro valor máximo de hidratación e intentar reproducirlo antes de la maratón de Londres», explica Javier. Y esto, ¿por qué es importante? «Conocer cuál es tu valor normal de hidratación, nos permite saber antes de una prueba si estás correctamente hidratada o no. Por ejemplo: Como valor normal tienes un 64% de agua corporal. Llega el viernes antes de una carrera y nuestro valor es de 54%. Tendremos que ponernos las pilas para hacerte retener más líquido y restablecer lo que se supone, es tu valor de hidratación promedio», explica Javier.

Esto es lo que peso ahora. Una vez más os recuerdo que lo importante no son los kilos, sino cómo estos se distribuyen en mi cuerpo. Mi objetivo: reducir mi grasa y aumentar mi masa muscular para que mis articulaciones no sufran con el impacto que supone la carrera. En diciembre, con las pruebas que me realizó Javier, hemos visto que tengo un 17,09 % de grasa y 35,32% de masa muscular. Será interesante ver cómo van variando los porcentajes a través del entrenamiento y la nutrición. Os lo iré contando.
Como explica Javier, «ya no hablamos de si engordamos o adelgazamos. Ahora, podemos ver si aumentamos o disminuimos la grasa, el músculo o el agua corporal. Una mujer que hace deporte de forma regular es normal que suba de peso. Si sólo valoramos con la báscula, el resultado en la mayoría de los casos puede malinterpretarse. Esto se debe a que nuestros músculos cambian su forma y contenido como consecuencia del entrenamiento. Por ejemplo, el músculo es capaz de almacenar más agua que la grasa. Esto supone que con una buena alimentación y un buen plan de entrenamiento podemos llegar a pesar más, perdiendo tallas de pantalón. Para una mujer que corre la grasa le supone un lastre que repercute de forma negativa en las articulaciones (tobillo, rodilla, caderas…) y que nos obliga a desplazar más peso y genera más impacto sobre éstas», concluye Javier.

Otra de las pruebas que me he hecho es una antropometría. «Es la ciencia que estudia la forma y composición del cuerpo humano. En este caso la utilizamos para conocer cómo se reparte tu peso en: masa grasa, masa muscular y masa ósea. Existen estudios que nos permiten saber cuál debe ser la relación de estos 3 componentes. Esto nos ayudará a ajustar la alimentación, el descanso y el entrenamiento para conseguir que tu peso sea el correcto para la exigencia de la prueba. La teoría nos dice que cuanta menos grasa tengamos mejor, ya que supondrá menos estrés para nuestras articulaciones durante la maratón», dice Javier.

Estas son las mediciones que hace Javier para el estudio antropométrico. «Primero marco unas referencias anatómicas para sacar los puntos dónde mediremos la grasa acumulada. De esta manera siempre que midamos, nos aseguramos de que lo hacemos en el mismo sitio», explica. Dentro de unos meses repetiremos las pruebas.

«En el caso de las maratonianas y maratonianos, buscamos que la grasa se localiza a nivel intramusuclar y no debajo de la piel. Es algo así como el jamón. Un buen jamón es el que tiene vetas de grasa y no el que acumula toda la grasa en el tocino», explica Javier, quien entre bromas ya me ha dicho que va a hacer de mí un 5 Jotas.

Además, esta semana me haré una prueba de esfuerzo y unos análisis de sangre para ver cómo estoy.

Para desarrollar el plan nutricional, Javier ha tenido en cuenta mis horarios, los días qué entreno, a qué intensidad y a qué horas.
«Las comidas intentan darte la gasolina que necesitas para funcionar al 100% durante todo el día y en tus diferentes situaciones (trabajo, entreno, familia). Además de rendir tienes que estar sana y no estresar más a tu cuerpo. En definitiva, tus hormonas deben funcionar correctamente. El cómo comemos puede alterar algunas de estar hormonas, como por ejemplo, la insulina (si todo lo que comes son azúcares simples, dulces etc… para calmar la ansiedad, en un futuro puedes tener problemas como la diabetes). Por eso, es importante mantenerla estable durante todo el día, para evitar bajones y subidones de azúcar. También hay que prestar atención a la leptina o la grelina, responsables de la sensación de hambre/saciedad, etc», dice Javier. Por eso, veréis que como hasta ocho veces al día. ¡Y no peso los alimentos, ni cuento calorías!

¿La clave del éxito? Como con los entrenamientos, la planificación es lo más importante. «Hay que aprender cómo nuestro cuerpo rinde mejor ordenando nuestras comidas «, dice Javier. Esto, junto a adquirir el hábito es quizá lo más difícil. Es como con el running, al principio cuesta pero cuando ya tienes una rutina establecida, con unos horarios, sabiendo cuándo y cómo vas a entrenar, es mucho más fácil. Como explica Javier, «Lo más difícil es empezar. Una vez hemos hecho girar la rueda, todo va como la seda. Por eso lo fundamental es mantener la motivación al principio», añade el experto. Por eso, en IND han desarrollado este calendario de la motivación que tengo pegado en la nevera junto al menú semanal.

«Dicen los expertos que un hábito se genera en 21 días, por eso, qué mejor estrategia que ver nuestro progreso en nuestra nevera. Cada día completo (descanso, alimentación, ejercicio, trabajo y familia) toca poner un smile. Así necesitamos completar 21 días seguidos teniendo en cuenta que de vez en cuando (cada 5 días) tenemos un día libre». ¡Lo voy a lograr!

¡Comenzamos! Gracias a todos por acompañarme en la aventura. Para mí todo esto también es nuevo y me hace ilusión que podáis vivirlo conmigo y aprendamos juntos. Mi único objetivo con este proyecto es demostrar que si quieres, puedes. Sólo se necesita encontrar la motivación y un poquito de planificación. ¿Lo intentamos?
Espero que os haya resultado útil. Ya sabéis que podéis seguirnos en Twitter (@thebeautymail) en nuestra página de Facebook y en Instagram (@thebeautymail). Stay tuned!
Fotos: Eva María Tomé.
Tienes razón, si quieres puedes!!!puede que algunas cosas lleven mas esfuerzo que otras pero al final siempre se consigue 🙂
Desde aqui estaremos animandote!y me parece muy interesante lo que nos cuentas hoy, yo estoy intentando bajar de peso, 5kilos pero intento combinarlo con comida sana y ejercicio…no tengo prisa, tp me importa si en vez de grasa consigo músculo!jeje
un besazo enorme y nos vemos el sabado!!!!