Pelo revolcón, así llamamos el equipo de belleza de ELLE a ese look de ondas deshechas como de recién levantada, que a todas nos gustaría conseguir sin esfuerzo. Qué gustazo levantarse así de la cama, ¿verdad? Esto y poder dejarme el pelo mojado, y que a las dos horas no parezca que he metido los dedos en un enchufe, sería increíble. Pero mi realidad capilar es otra. Mi pelo fosco se rebela todas las mañanas y, a golpe de cepillo y tenacillas, logro controlarlo… a veces.

Sueño con que mi pelo quede siempre suave y con cuerpo. Sí, con esas ondas surferas ideales que a veces dibuja el salitre en la melena y que luego es imposible replicar. Cuando me armo con las tenacillas, en el vano esfuerzo de parecer una California girl, mi pelo termina pareciéndose más al de Shirley Temple que al de Gisele Bündchen.
Hay quien sueña con viajes al Caribe o con encuentros en la tercera fase, yo fantaseo con la melena de la top brasileña. Ni sus espectaculares piernas, ni ese estómago plano, a mí de Gisele me mata (de envidia) su pelazo.

He intentando muchas veces hacerme estas ondas (las tengo bautizadas como Las Gisele) y, pese a tener bastante maña con la tenacillas, nunca me quedan perfectas. Por no hablar de lo que tardo. Pero el otro día se obró el milagro. Nos llegó a redacción la nueva Curl Secret de BaByliss (129,9 €) y, por fin, cumplí mi sueño… al menos el capilar.

Hoy estreno nueva sección de vídeo blog y os quiero enseñar cómo sacarle partido a este maravilloso invento. ¡Dale al play!

https://www.youtube.com/watch?v=DlQEbczY5GE

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